Ingredientes:
- 200g de galletas tipo digestive
- 80g de mantequilla derretida
- 250g de queso crema a temperatura ambiente
- 80g de azúcar (puedes ajustar según tu gusto)
- 1 huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Mermelada de fresa artesanal (la cantidad depende de tu preferencia)
- Moldes para cupcakes
Instrucciones:
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Precalienta el horno a 180°C (350°F) y prepara tus moldes para cupcakes con capacillos de papel.
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Tritura las galletas digestivas hasta obtener migajas finas. Puedes hacerlo en una licuadora o colocarlas en una bolsa y aplastarlas con un rodillo.
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Mezcla las migajas de galleta con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas. La mezcla debe quedar con una textura arenosa.
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Divide la mezcla de galleta y mantequilla entre los moldes para cupcakes, presionando firmemente en el fondo para formar la base de los mini cheesecakes.
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En un tazón grande, bate el queso crema con el azúcar hasta que esté suave y cremoso. Agrega el huevo y el extracto de vainilla, y continúa batiendo hasta que esté bien incorporado.
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Vierte la mezcla de queso crema sobre las bases de galleta en los moldes para cupcakes, llenándolos aproximadamente hasta 2/3 de su capacidad.
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Con una cucharita, coloca una pequeña cantidad de mermelada de fresa artesanal sobre cada mini cheesecake y usa un palillo para hacer remolinos en la superficie.
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Hornea los mini cheesecakes en el horno precalentado durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén firmes en los bordes pero ligeramente suaves en el centro.
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Una vez horneados, retira los mini cheesecakes del horno y deja que se enfríen completamente antes de refrigerar durante al menos 2 horas, o preferiblemente toda la noche.
¡Y listo! Disfruta de estos deliciosos mini cheesecakes de mermelada de fresa, son perfectos como postre o para disfrutar en cualquier momento del día.